Bachelet se despide hoy de Venezuela tras hacer su propia evaluación de la crisis y los DDHH
La expresidenta chilena tendrá su “cara a cara” con Nicolás Maduro y con Juan Guaidó, y luego ofrecerá una rueda de prensa antes de abandonar el país.
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El segundo de los tres días en los que estará la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, en Venezuela estuvo marcado por una agenda hermética, sin gran acceso mediático por solicitud de la oficina internacional, y por reuniones de la funcionaria con autoridades del régimen de Nicolás Maduro, con sectores de la oposición y de la comunidad internacional, y encuentros con el sector académico en dos de las universidades privadas más importantes del país.
Ésta es la primera vez que un alto funcionario de la ONU visita la nación caribeña, pero no es un país ajeno para Bachelet.
Como presidenta de Chile viajó en 2007 a la I Cumbre Energética Sudamericana que se realizó en la isla de Margarita, donde coincidió con el entonces jefe de Estado, Hugo Chávez. En ese momento, también se reunió con dirigentes de la oposición.
En esta oportunidad vuelve a sentarse con las partes, aunque en una situación muy diferente.
La bonanza petrolera que por esos años mantenía en una burbuja a un gran porcentaje de la población, es casi inexistente. Desde el año 2013, el Producto Interno Bruto (PIB) del país ha caído 52,3%, según las cifras oficiales más recientes publicadas por el banco central, tras más de tres años en silencio.
Tampoco está Chávez y la oposición es liderada por una figura relativamente nueva. En el Palacio de Miraflores está un muy cuestionado Maduro y su mayor rival es el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien además es reconocido por más de 50 países como mandatario interino.
Con ambos se reunirá hoy Bachelet, cada vez más presionada por la sociedad civil y por organismos defensores de derechos humanos que han solicitado su presencia en el país, con el fin de hacerla testigo de la grave crisis humanitaria que afecta a los ciudadanos y que ha desatado un éxodo migratorio sin precedentes.
Protestas por doquier
La presión es extrema en un territorio polarizado. Aunque es un escenario cotidiano para los venezolanos, desde la llegada el miércoles de Bachelet a Caracas, las protestas se han intensificado.
Por un lado, decenas de personas organizadas se han apostado en los alrededores de los edificios que la funcionaria ha estado visitando.
La idea, aseguran, es visibilizar la crisis porque Bachelet no tendrá tiempo para recorrer las cárceles y hospitales, los lugares más vulnerables a la debacle económica que vive la nación.
Por el otro lado, el régimen ha intentado suavizar las críticas con la liberación de 25 presos políticos aunque, según la ONG Foro Penal, aún quedarían 693 privados de libertad por causas de conciencia.
El régimen también ha asegurado que los problemas se deben al bloqueo económico de EEUU y, por ello, pidieron ayuda a Bachelet para movilizar fondos congelados por las sanciones. La alta comisionada cierra hoy su viaje con una rueda de prensa que dará luces de la realidad que logró palpar en tres días.